El síndrome del gato paracaidista

Con la llegada del buen tiempo, las ventanas de nuestros domicilios están abiertas muchas horas del día. Los gatos en su afán curioso pueden permanecer horas tendidos en el borde de la ventana y esto puede suponer un riesgo que se puede llegar a traducir en una caída al vacío.

Los gatos se caracterizan por sus grandes saltos y la gran flexibilidad en sus patas. Sin embargo, también se diferencian de otras especies por las caídas que éstos pueden sufrir. Ya sea desde la ventana, el segundo piso o del árbol, los felinos son muy ágiles a la hora de saltar; no obstante, por una distracción, un error de cálculo o demasiada confianza, la hazaña puede convertirse en algo lamentable.

 

Coordinación y equilibrio

Siempre nos sorprende la elegancia del gato. La perfecta coordinación de cada movimiento, se debe al complejo y eficaz sistema de intercambio de información entre su cerebro y los músculos y articulaciones. Al caminar por sitios estrechos, utiliza su cola como contrapeso, con la vista fija al frente, por lo que su equilibrio es perfecto. Los órganos del equilibrio situados en el oído interno, sus ojos, y su sentido de la verticalidad, le dicen en qué posición se encuentra en el espacio y le permiten caer de pie.

En cuanto a los saltos, un gato puede alcanzar cinco veces su altura de un solo brinco. Los poderosos músculos de sus patas traseras y la flexibilidad de su espina dorsal le permiten lanzarse al aire y volver a caer sin sufrir daño alguno. Siempre verás cómo mira fijamente antes de saltar, para calcular la distancia y aterrizar. Cuando gira, la coordinación y el sentido del equilibrio son insuperables.

 

Cuando caen por accidente

El término de gatos paracaidistas se aplica a aquellos felinos que, bien por curiosidad, por falta de cálculo o por despiste, acaban con sus huesos sobre el suelo tras una caída de varios metros de altura.

Normalmente los gatos tienen bien desarrollado su sentido del equilibrio pero, cualquier estímulo externo, como un simple pájaro puede provocar una caída que debemos evitar en la medida de lo posible, impidiendo que nuestro gato acceda a esa ventana o protegiendo con algún método que evite que nuestro gato se precipite al vacío en un descuido.

Las posibles lesiones a las que se enfrenta un gato paracaidista son muy dispares.

El resultado de las lesiones depende fundamentalmente de:

  • La altura y velocidad de caída, que afectan directamente a la capacidad de reacción del animal para poner en marcha su mecanismo fisiológico de amortiguación de la caída,
  • La zona de impacto. No es lo mismo caer sobre un rígido, frío e “impenetrable” suelo de cemento que sobre el “mullido” césped de un parque), y finalmente,
  • La arquitectura y elementos exteriores del edificio, dado que, en la caída el animal puede encontrarse con tendederos o toldos, que ayudan a amortiguar, de alguna manera, el desastre.

Entre las lesiones más frecuentes están las fracturas (las más habituales son las de fémur, las de los huesecillos de las extremidades anteriores y las de la mandíbula) y las lesiones internas (roturas de la vejiga de la orina, traumatismos diversos en bazo, lesiones en pulmón…).

Aunque nuestro gato no presente ninguna lesión visible tras la caída, la revisión por el veterinario es fundamental; Muchas de las lesiones no dan la cara en los momentos siguientes a la caída y por ello no se debe descartar un problema ante la inexistencia de síntomas.

 

Prevenir las caídas

Para evitar las caídas de nuestros felinos al vacío debemos intentar evitar su contacto con las alturas; Existen cerramientos para ventanas y balcones, en forma de mallas o mosquiteras, de todo tipo de materiales, con variados sistemas de fabricación ya sea profesional o casera… Cualquiera de ellos, si evita la caída, es bueno.

La otra forma de evitar la caída es utilizando el sentido común, es decir, manteniendo alejado a nuestro gato de las zonas de riesgo.

Por ello es fundamental que nuestros gatos estén identificados… La implantación del microchip se realiza en clínica veterinaria y es una inversión segura. Este pequeño gasto puede suponer que recuperemos a nuestra mascota en caso de pérdida. Piensa que un animal sin identificar que termine en la perrera tiene un plazo de pocos días antes de ser sacrificado, según la comunidad autónoma donde aparezca.

Si el animal cae y sus lesiones no son de gravedad puede quedarse quieto, o cerca de la zona de caída, pero también puede correr despavorido y desorientado, siendo su localización difícil, o casi imposible, sin el adecuado medio de identificación.

La prevención siempre es el mejor método para evitar disgustos y disfrutar de la compañía de nuestro gato.

 

2 respuestas a «El síndrome del gato paracaidista»

  1. Hola! Tengo una gata de un año y cuatro meses. Hace un día se cayo de un árbol, estaba como a 4 metros y medio. A simple vista parece que no le paso nada. Ayer hizo vida normal, estuvo jugando todo el día, comiendo y yendo al baño con normalidad. Mi duda es, después de haber pasado un día pueden aparecer sintomas de que tenga alguna lesion interna? O si no le paso nada hasta ahora quiere decir que esta bien?

    1. Hola,
      Sin una valoración completa no se pueden descartar por completo las lesiones internas que a priori, puedan estar ocultas. Aunque parezca estar bien, la recomendación en estos casos es siempre revisar por el veterinario.
      Un saludo,

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