Como especie social que es, tu perro tiene sus “amigos íntimos” y aquellos a los que prefiere evitar. Es fácil ver que hay perros y personas con los que querrá pasar tiempo pero también notarás que rechazará de plano ciertos encuentros, poniendo distancia de por medio.
Lo mismo que nosotros no vamos saludando a todo el mundo, que mantenemos relaciones cordiales a cierta distancia y que no todas las personas nos tienen que resultar igualmente simpáticas y mantenemos un espacio seguro a nuestro alrededor, nuestro perro viene a funcionar de forma similar.
Aun así, muchas personas fracasan en leer las señales que sus perros les envían y se empeñan en que su perro “salude” al resto de perros con la excusa de “se tienen que oler”, cuando claramente el pobre animal solo quiere salir de allí rápidamente.
Es común que dueños demasiado entusiastas presionen a sus perros (a veces, literalmente) a situaciones sociales en parques de perros provocando situaciones tensas para ambos o que permitan a desconocidos acariciar a su perro, a pesar de que éste muestra claras señales de querer estar en paz.
No es lo mismo un perro tímido que uno asustado y debemos acondicionar los estímulos a la su capacidad de respuesta favoreciendo el aprendizaje y ayudándolo a superar pequeños retos. Es importante no forzar los encuentros, ir paso a paso y, en el caso de perros con miedos, extremar las medidas de seguridad y premiar cada pequeño avance.
Cuando se presiona demasiado a los perros en estas situaciones sociales, es más que probable que reaccionen de forma exagerada y nos causen algún que otro susto. Seguramente antes nos habrán dado miles de pistas de su estado de angustia (desviando la mirada, intentando escapar, bostezando e incluso gruñendo) que habrán sido obviadas.
Si seguimos presionando, lo empujamos a ser “ser más explícito” ofreciendo el mensaje completo (enseñando dientes, ladrando o incluso lanzando alguna dentellada). Además forzar este tipo de situaciones menoscaba la confianza que el perro tiene depositada en ti como referente y protector de su salud y seguridad y fomenta la creación de asociaciones negativas con el parque, ciertas personas o perros.
Hazle un favor a la relación con tu perro: Aprende a leer su lenguaje corporal para interpretar sus necesidades y cuando adviertas que no se siente cómodo cerca de ciertos individuos y no lo obligues. Un comportamiento social feliz es importante para que tu perro lleve una vida equilibrada.