Cada vez hay más personas que salen a correr o a practicar deporte con su perro pero, no debemos perder de vista que, iniciar un programa de entrenamiento o, simplemente, salir a correr con él de vez en cuando con el perro, requiere de algunos pasos previos para convertir la experiencia en todo un éxito y asegurarnos de que hacemos bien las cosas.
Casi todos los perros corren más que nosotros pero, hay razas e individuos, que llevan mal el sobreejercicio y debemos tenerlo en cuenta para evitar disgustos. Aunque es cierto que los animales, independientemente de su tamaño, deben realizar algún tipo de actividad física, debemos tener en cuenta el tipo, tamaño, estado y preparación del perro antes de iniciar cualquier tipo de entrenamiento. Está claro que la actividad física es recomendable para todos, además de necesaria desde el punto de vista de la salud, puesto que previene el sobrepeso y ayuda a liberar la energía acumulada durante la jornada. El sentido común pondrá los límites necesarios para disfrutar del ejercicio, juntos.
Poniéndonos a tono…
Antes de iniciar con nuestro perro un programa de ejercicio más intenso del habitual, sería conveniente visitar al veterinario para una revisión e informarnos del mejor modo de iniciar la actividad según el tipo de raza, o de la edad del animal, que podría ser demasiado joven o mayor, en cuyo caso habría que adecuar la actividad y el ritmo.
Al igual que los seres humanos, los perros necesitan períodos de adaptación a la actividad física; No podemos pretender que, de la noche a la mañana el perro, pueda cubrir largas distancias sin entrenamiento previo y no pagar las consecuencias (tirones, desgarros musculares, roturas…).
Por ello, será necesario que le des a tu perro, el tiempo suficiente para preparar su cuerpo y encontrarse listo para correr.
Claves para los perros que se inician en el deporte
Los cachorros deberían esperar a finalizar su crecimiento antes de iniciarse en deportes exigentes ya que, sus articulaciones están en desarrollo y puede llegar a lesionarse. Las razas grandes/gigantes (como golden, labrador, dogo…etc) tienen un crecimiento óseo muy rápido que nos puede despistar pero, en ningún caso, es recomendable exponer a animales jóvenes al ejercicio intenso, al menos hasta el año o año y medio de edad, momento en que se completa el desarrollo musculoesquelético. Mientras tanto, pueden salir a correr con otros perros al parque, jugar, etc..
En este punto, hay que prestar especial atención a los animales con predisposición racial a tener displasia de cadera como el pastor alemán, labrador… que no deben sobreentrenar, ni en tiempo ni en intensidad, durante su periodo de crecimiento, mientras se completa el desarrollo articular de la cadera.
A partir del año o año y medio de edad, se puede iniciar al animal en el deporte, siempre con un periodo de entrenamiento progresivo. El perro te seguirá donde vayas por lo que debes planificar las sesiones cuidadosamente para evitar sobreesfuerzos.
Capacidad de regulación
Uno de los grandes problemas de los perros, es que su capacidad de termoregulación es menos efectiva que la de los humanos. Esto significa que, ante una actividad física prolongada o intensa, los perros tienen mayores dificultades para mantener una temperatura corporal correcta.
Los perros tienen un metabolismo más elevado que el nuestro, por lo que su consumo energético es también mayor. La temperatura corporal normal de un perro, ronda los 38 grados centígrados (las razas pequeñas pueden tener una temperatura levemente superior y las razas grandes menor). Recordemos que los perros no sudan y mantienen su temperatura y evaporan el calor corporal, fundamentalmente, mediante el jadeo. De hecho, las únicas glándulas sudoríparas que tienen, están situadas en las almohadillas de sus pies y tienen un efecto mínimo en la termoregulación.
Además del jadeo, la piel y pelaje, mediante el proceso de convección, contribuyen a regular la temperatura corporal. No obstante, para que este mecanismo funcione es preciso que la temperatura ambiental, sea más baja que la corporal. En caso contrario, al animal le será difícil mantenerla constante.
Se debe tener especial precaución con las razas braquicéfalas (como carlinos, bull dogs…etc.) que evaporan aún peor que el resto. Presta atención a las señales de agotamiento en el animal y para a descansar en caso necesario. Avanza de forma progresiva en los tiempos y exigencias de los entrenamientos. La idea es divertirse.
La importancia de la hidratación
Un aspecto importante mantener el ritmo, es una buena hidratación, pues les ayuda a mantener la actividad física y tolerar la exposición a ambientes cálidos, por más tiempo.
Cuando corras con tu perro, se prudente y protege su salud, garantizando que pueda acceder al agua de forma regular.
Al terminar la sesión, durante la fase de recuperación, es importante que el perro no beba demasiada cantidad de agua de forma muy rápida. Como consecuencia del jadeo, el animal «traga» aire y, si encuentra demasiado liquido en su estómago, el conjunto, puede provocar una dilatación con o sin torsión estomacal (especial atención a las razas grandes/gigantes más predispuestas). Al menor síntoma de dilatación-torsión, se debe acudir al veterinario urgentemente.
Tras el ejercicio, es recomendable esperar a darle de comer en torno a una hora, de modo que el animal esté totalmente recuperado y la frecuencia cardiorrespiratoria se haya normalizado.
El equipo adecuado….
Al practicar deporte sobre asfalto con temperaturas altas, recuerda que tu perro no lleva calzado y se puede quemar las almohadillas, sobre todo en aquellas áreas expuestas al sol. En climas fríos, el hielo y la nieve también pueden herirlas.
En el mercado existen pomadas y lociones tópicas que endurecen e hidratan las almohadillas, ayudando a que sean más resistentes aunque lo mejor es acostumbrar progresivamente al animal a diferentes tipos de superficies-
Ahora que se acerca el buen tiempo y suben las temperaturas, es importante tener especial cuidado con los golpes de calor. Evita practicar deporte intenso en las horas más calurosas de la jornada.
Nunca, jamás, mediques a tu perro por tu cuenta con productos para humanos. El ibuprofeno, un antiinflamatorio común, muy usado en casos de tirones, llega a provocar fallo renal agudo que puede desencadenar en la muerte de nuestro animal, ya que no es capaz de sintetizarlo.
Respeta los tiempos de descanso y disfruta
En general, casi todos los perros toleran bien correr, aunque, seguramente si les preguntáramos a nuestros perros, la mayoría preferirían otro tipo de actividades como trotar, olisquear, saludar a otros perros, echarse varias carreras y volver a olisquear mientras mastican algo de hierba y se tumban. Por lo tanto, alterna ejercicio con periodos de descanso y de juego.
Actividad física sí pero planificada y orientada a disfrutar y pasar un buen rato sin perder de vista que nuestro perro, además de correr necesita hacer de perro olisqueando y saludando al resto de perros del parque. Déjale su propio tiempo de expansión una vez finalizada la sesión y tendrás un perro aún más feliz.