Perros efusivos por exceso de emoción

En demasiadas ocasiones, los aspectos que nos molestan de la conducta de nuestro animal, son consecuencia de un refuerzo inconsciente por nuestra parte y/o de una pobre estimulación física, mental o ambiental.

Por ejemplo, cuando nuestro perro salta a recibirnos a la vuelta a casa, el premio inmediato es nuestra atención (incluso cuando nos enfadamos) así que, para darle la vuelta a esta situación, nuestra tarea consiste en invitar a nuestro perro a hacer algo diferente a saltar, para que consiga el refuerzo que busca en forma de caricias y atención.

Esta situación se da frecuentemente en los casos de perros que pasan muchas horas en casa y sin compañía. Si el animal está solo mucho tiempo sin nada que hacer, es más que probable que se emocione al vernos llegar, y todo su interés sea saludarnos e intentar recabar nuestra atención.

Ignorar al animal en esos momentos, no solo es descortés (pues lo mismo que él te ha visto, tú lo has visto a él y es bueno informarle de ello) sino que puede ser contraproducente al generar más ansiedad en el perro.

Por tanto, tenemos que tener claro que, las principales maneras de romper con esta situación consiste en: Controlar los antecedentes que la provocan; Retirar cualquier tipo de refuerzo consciente o inconsciente de aquello que no nos interesa que haga nuestro perro; Ofrecer alternativas para que pueda llegar a aquello que buscamos (incluyendo cada pequeño acierto que nos aproxime al objetivo); Informar de cada acierto y reforzarlo adecuadamente.

Es decir, si le dedicamos el tiempo suficiente a trabajar estas conductas, proporcionamos rutinas de ejercicio físico y mental suficiente y adecuado a la edad y estado del animal y le damos alternativas tranquilas y seguras durante nuestra ausencia, es más probable que el recibimiento sea más controlado y pausado que si ha estado solo y aburrido sin nada que hacer.

Todo este proceso requiere de una inversión de tiempo y paciencia pues hay que trabajar cada día, supervisar con celo las conductas que presenta nuestro perro (tanto las que no nos gustan como las que sí) para evitar los antecedentes de aquellas que resultan inadecuadas y reforzar las que nos interesan, en su caso.