En alguna otra ocasión ya hemos dicho que, al igual que nos ocurre a nosotros, a nuestro perro no tienen por qué caerle bien todos los perros del barrio.
Siempre hay alguno que, por razones muchas veces desconocidas, le incomoda. Si nuestro perro está bien educado en habilidades sociales y le damos la oportunidad tratará de evitarlo. Es por ello que nunca hay que forzar a dos perros a conocerse y más si uno de ellos da claras muestras de evitación como girar la cabeza, intentar darse espacio, bostezar…
En las presentaciones o cuando varios perros están sueltos y uno de ellos empieza a acosar sin cesar a otro, en ocasiones hasta el punto de inmovilizarlo, boca arriba en el suelo, es hora de prestar atención a las señales e intervenir en su caso si el animal no cesa en su conducta.
El primer video muestra a un Boxer y un Boston terrier ‘acosando’ a un Bulldog inglés. Aunque lo intenta repetidamente, el bulldog es incapaz de levantarse.
En el momento en el que hay un perro físicamente comprometido frente a otro u otros perros, es probable que haya intimidación, acoso, hostigamiento, golpes, etc. llegando a ser peligroso para la integridad física y emocional de los perros.
Si se observa la secuencia a cámara lenta, el Boxer y el Boston se «alían» para inmovilizar por ambos lados al Bulldog, impidiendo cualquier movimiento e incluso comprometiendo la respiración.
Esto es juego inadecuado y peligroso por lo que debería ser interrumpido inmediatamente.
En la siguiente secuencia, se puede ver cómo el guía del Bulldog se preocupa por separarlos y poner a salvo a su perro.