Los perros perciben el mundo que los rodea, principalmente, a través del olfato. Su mucosa nasal es unas 30 veces mayor que la nuestra y su número de sensores olfativos, 40 veces superior.
¿Qué parte del «miau» no has entendido?
Cuando los gatitos maúllan lo hacen para llamar a su madre, para indicarle que necesitan ayuda o tienen hambre. Para nuestros gatos domésticos, nosotros somos como una madre adoptiva así que, cuando quieren pedirnos algo, lo expresan en el lenguaje propio de los gatitos.
Observando a mi perro…
Los perros nos hablan fundamentalmente a través de su lenguaje corporal mientras que nosotros, en demasiadas ocasiones, obviamos estas señales y abusamos de las palabras.
Tu gato te despierta
En ocasiones puede costarnos entender la naturaleza felina y, cuando salvamos un obstáculo, ya tenemos la mirada fija en el siguiente aspecto que no termina de convencernos.
Llamando a tu perro…
Una situación que se repite frecuentemente se da cuando llamamos a nuestro perro en la distancia, para que vuelva a nuestro lado, sin indicar claramente qué esperamos de él.
Expectativas y realidad
Cada animal es único y, cuando decidimos incorporar un perro a la familia, debemos tener claro que, detrás de lo que vemos, hay un mundo por descubrir en cuanto a carácter, afinidades, gustos…. Etc.
Observando lo bueno de nuestro perro…..
Tendemos a ignorar el buen comportamiento de nuestro perro y fijarnos sólo en aquello que no nos gusta. Hoy os proponemos un experimento de observación activa que seguro, os descubrirá muchas cosas buenas a ambos.
Gatos y visitas
Cuanto más te empeñas en que tu gato sea sociable con las visitas, menos ganas le pondrá el animalito en ser amable.
Cerebro, aprendizaje y emoción
El cerebro es extraordinariamente plástico, pudiéndose adaptar su actividad y cambiar su estructura de forma significativa a lo largo de la vida, aunque es más eficiente en los primeros años de desarrollo (periodos sensibles para el aprendizaje).
Tu gato necesita arañar
Los gatos disponen de una herramienta de gran eficacia, que son sus garras, de uñas poderosas y curvadas hacia abajo. Los felinos las necesitan, se sostienen y caminan sobre toda la extensión de las garras, que cargan con todo el peso del cuerpo.