Una sesión para perros que comienzan a practicar, debe hacerse en un ambiente tranquilo y seguro y nunca exceder los 3-5 minutos de tiempo, prestando especial atención a las señales de estrés en los perros.
Siempre esperaremos para ver qué nos ofrece el perro antes de aumentar los criterios para acercarnos al objetivo que nos hemos propuesto.
Es aconsejable comenzar a trabajar en entornos bajos de distracciones o entornos conocidos, propicio para que el animal esté atento y concentrado.
Para la mayoría de ejercicios estáticos, solemos comenzar frente al perro para facilitar el foco. En función del objetivo debemos plantearnos (antes de empezar) si necesitamos que el perro se coloque delante o en un lateral.
- Iniciamos sesión en un entorno tranquilo y sin distracciones.
- Mostrarle al perro lo que queremos de forma fácil. Le guiamos con comida/juguete en el movimiento deseado (sienta, tumba, rodearnos…). Eso se llama construir el PATRÓN MOTOR, es decir, fijar el movimiento deseado de forma que el cuerpo del perro retenga esa información y genere memoria muscular.
- En casi todas las ocasiones construir el patrón motor supone dividir el ejercicio en pequeños pasos reforzando cada acierto (con comida normalmente).
- Repetir y repetir hasta que, simplemente, el movimiento de nuestra mano evoque al perro el movimiento que queremos.
- En ese momento podemos introducir una señal verbal (ejemplo “sienta” si lo que queremos es un sentado), siguiendo la siguiente regla: SEÑAL VERBAL, GESTO CORPORAL (MANO), COMPORTAMIENTO DEL PERRO DESEADO, REFUERZO verbal (OK-BIEN) Y REFUERZO PRIMARIO (Comida) o SECUNDARIO (JUEGO). Le llamamos refuerzo primario porque la comida (como el agua) es algo ligado a la supervivencia y casi todos los perros entran al juego por comida. El juego es secundario porque es algo que está ligado a nosotros y debemos “currárnoslo” para que el perro lo considere premio.
- Repetir y Repetir desvaneciendo progresivamente la señal gestual (mano) comprobando que el perro entiende la verbal.
- Repetir y repetir desvaneciendo el refuerzo primario (comida) de forma que podamos trabajar solo con refuerzo verbal (bien) y/o secundario (juego).
- No excedernos con las repeticiones en cada sesión. Mejor dos sesiones cortas al día de unos pocos minutos que no una sesión semanal de una hora donde inundamos al animal y deja de divertirse.
Marcadores de aprendizaje
Un marcador es una señal, casi siempre una palabra, que nos permite comunicarnos con el perro para informarle en cada momento de lo que está pasando. Es la base de la comunicación. Los que usamos habitualmente se pueden recoger en esta clasificación:
- Marcador de Conexión: Preparado/a?
- Marcador de acierto: Yes/click (si usamos clicker)
- Marca de Ayuda a la Mejora (M.AM.): Término acuñado por la entrenadora Pere Saavedra y que redefine el alcance del que aparece en muchos textos como Marca de ausencia de refuerzo (M.A.R.). Se trata de un marcador informativo del no acierto, con el objetivo de pulir y consolidar el aprendizaje en un contexto cooperativo y proactivo. No se trata de que el perro se venga abajo. Se trata de que se anime a probar otra vez.
- Marcador de finalización. Señal liberadora: Aquella que indica finalización de movimiento, ejercicio o sesión de trabajo.
Métodos de trabajo más utilizados con y sin clicker
- Luring o guiado con comida: Técnica de guiar con un reforzador primario (comida) al perro hacia la acción que deseamos. Básicamente consiste en seguir la comida.
- Target (Objeto diana): Técnica por la que enseñamos al perro a seguir o contactar una parte de su cuerpo, con un “objeto diana”. Generalmente solemos trabajar target de hocico, de patas….
- Free Shaping o Moldeado: Técnica de aprendizaje que consiste en llegar a un comportamiento complejo, dividiéndolo en pequeños componentes y reforzando las «aproximaciones» del perro hacia el comportamiento objetivo.
- Captura de comportamiento: Es el proceso de marcar y reforzar un comportamiento que el animal realiza de forma espontánea y/o natural para poderlo fijar, ponerlo bajo control de señal y poderlo reproducir posteriormente. Un ejemplo es capturar algo cotidiano, como un bostezo, y ponerlo bajo una señal a través de repeticiones.
Conceptos a tener en cuenta
El “Timing” es el tiempo que transcurre entre que el perro realiza la acción y clickamos/entregamos el refuerzo. Si es lento, podríamos estar reforzando una conducta equivocada.
La “Latencia” o “tiempo de reacción” es el intervalo que transcurre entre la señal y el inicio de la respuesta. Lo ideal es que la respuesta del perro sea lo más rápida posible.
Perfeccionando…
Cualquier nuevo ejercicio que practiquemos, engloba tres criterios de dificultad añadidos, también llamados las 3D que es recomendable trabajar por separado para poder asociarlos, cuando el perro los comprenda y trabaje con seguridad. El orden propuesto es el que trabajamos habitualmente:
- Distracciones. Comprobamos la comprensión de un ejercicio en presencia de distracciones variadas y ordenadas de más fácil a más difícil, incrementando la dificultad de forma progresiva y ajustada al ritmo de avance de tu perro.
- Duración del comportamiento. Aumentamos el tiempo de forma progresiva una vez que el perro sabe mantener esa conducta en presencia de distractores
- Distancia. Aumentar la distancia implica un aumento de la duración y por eso se entrena la última.
Generalización
La respuesta de tu perro debe ser fiable y para eso, hay que entrenar en diferentes situaciones y entornos.
Tu postura corporal se convierte en una señal contextual para el perro y para asegurarnos que el perro comprende una señal determinada, podemos probar a practicarla desde diferentes posturas (en pie, sentado, de espaldas….)
Busca entornos diferentes para entrenar de forma que tu perro generalice la señal y no el lugar. Es más frecuente de lo que pensamos eso de que el perro hace caso en casa pero no en el parque.
Trabajo de discriminación de señales
Cuando empiezas a trabajar con tu perro, llega una etapa dentro de la educación básica, donde el animal ya conoce varias señales (sienta, tumba, patita…) pero es más que probable que las confunda si no las tiene suficientemente interiorizadas y, ante la promesa de comida o juego, te ofrezca todo el repertorio de habilidades que conoce, independientemente de la que le hayas pedido (el perro sabe que en una de ellas, seguro que acierta).
Esto no quiere decir que tu perro sea testarudo ó desobediente. Simplemente, necesita practicar más para aprender a discriminar entre lo que ya conoce y para eso, precisa de tu ayuda. Sesiones cortas de entrenamiento, progresivas, ayudándolo al principio e introduciendo, poco a poco, más dificultad, a medida que el perro aprende. No debemos perder de vista que lleva tiempo y, a veces, deberemos rebajar la exigencia, si vemos que, nuestro perro, no termina de pillar lo que queremos….
Sobre todo, diviértete con tu perro. Es tu mejor compañero durante esta situación y siempre dispuesto a aprender contigo.