Tu gato apenas come

Un gato puede dejar de comer por varias razones: Enfermedad, tipo de alimentación inadecuada a sus necesidades o experiencias previas negativas (si algún tipo de comida le sentó mal o sufrió de alguna experiencia aversiva en el momento de comer).

Trataremos de descifrar los motivos por los que puede darse esta situación sin olvidar que, un gato que deja de comer, está poniendo en riesgo su vida por lo que debe ser derivado al veterinario lo antes posible para que decida las medidas más adecuadas según cada caso.

Uno de los errores más frecuentes que se cometen es tratar al gato como si fuera un perro pequeño. El gato posee una serie de particularidades anatómicas, fisiológicas, metabólicas y de comportamiento que lo hacen diferente del perro. Conserva el patrón de alimentación de su ancestro, el gato montés africano (Felix líbica), un depredador solitario, carnívoro estricto y por tanto, la costumbre de consumir presas de tamaño reducido y de alimentarse hasta unas 15‐20 veces por día (sobre todo al anochecer).

 

Particularidades de la anatomía del gato

Estudiando la anatomía del gato, comprobamos que existen una serie de características que ponen de manifiesto su naturaleza estrictamente carnívora.

La mandíbula del gato está diseñada para cortar y desgarrar los tejidos animales y las muelas carniceras están especializadas en esta tarea.

La saliva del gato no contiene amilasa, responsable de iniciar la digestión de los almidones de los alimentos. En una alimentación estrictamente carnívora, este componente es innecesario.

El sentido del olfato está íntimamente relacionado con el sentido del gusto.

Las papilas gustativas de la lengua responden a los sabores y esta información se trasmite vía nerviosa al lóbulo olfatorio del cerebro. Recordemos que el órgano vomeronasal o de Jacobson, permite “paladear” partículas gaseosas perceptibles por el olfato y no por el gusto.

El gato tiene un gusto casi exclusivo por los alimentos con altos contenidos en proteína y grasa, de olores penetrantes y con una combinación de texturas blandas y crujientes

Debido al comportamiento alimentario del gato, que ingiere pequeñas cantidades muchas veces al día, el estómago es pequeño y el corto recorrido de sus intestinos, limita la capacidad de fermentar y utilizar los almidones poco digestibles y la fibra, ya que no la necesitan en la misma cantidad que otros mamíferos.

 

Metabolismo del gato

Unos sesenta elementos diferentes entran en juego para mantener sano a nuestro gato. Cada uno de esos nutrientes desempeña un papel y, aunque algunos son más importantes que otros, todos son necesarios para el buen funcionamiento.

Para garantizar su correcta salud, nuestro gato necesita una relación correcta de los minerales de calcio y fósforo y niveles controlados de magnesio y potasio.

El organismo del gato tiene ciertos sistemas enzimáticos que son esenciales para obtener la energía, principalmente de las proteínas y también de las grasas.

El ácido araquidónico debe estar presente en la dieta de nuestro gato ya que, no puede sintentizarlo a partir del ácido linoléico que se encuentra en los vegetales. El ácido araquidónico se encuentra en grandes cantidades en los tejidos animales.

La taurina es un aminoácido esencial para el gato puesto que no puede sintetizarlo a partir de la cistina (como ocurre en el perro). Cuando el gato tiene una dieta deficitaria en taurina, sufre procesos degenerativos de la retina que le producen ceguera y problemas cardiacos. La taurina se encuentra fundamentalmente en los tejidos animales.

Los gatos son muy sensibles a la carencia de tres vitaminas que se encuentran en los tejidos animales y que han de obtener de forma activa a través de la ingesta de alimentos. Estas vitaminas son la niacina, la vitamina A y la piridoxina o vitamina B6, esencial para el metabolismo de las proteínas.

Los hidratos de carbono (almidón de cereales) no deben sobrepasar el 35-40% de la dieta porque producirían alteraciones intestinales debido a la poca actividad de las enzimas que degradan estas sustancias

 

Ingesta de agua

El gato, normalmente tiene poca sed, y es capaz de sobrevivir con pocas cantidades de agua ya que tienen una gran capacidad de concentrar la orina.

El gato no suele beber espontáneamente, puesto que recibe el aporte de líquido que necesita de los alimentos que consume. Un escaso aporte de agua podría aumentar la concentración de orina y podría tener repercusiones sobre la salud del gato: cálculos, cistitis y problemas urinarios en general.

Para favorecer la ingesta de agua, podemos añadir a la dieta seca, un cierto aporte de alimento húmedo (70% seco / 30% húmedo) y proporcionar varios bebederos, mejor si están dotados de agua corriente puesto que suelen gustar más al gato respecto al agua estancada.

 

Peculiaridades de la dieta del gato.

Aunque el gato sea carnívoro, no solo se puede alimentar de carne, pescado o hígado. Estos ingredientes únicos, no deberían sobrepasar el 25 por ciento de la dieta total. La carne y el pescado carecen de hidratos de carbono y es pobre en calcio y vitaminas A y D.

El hígado, como alimento único, puede llegar a provocar hipervitaminosis A cuyos síntomas son vómitos, pérdida de apetito, problemas de piel, alopecias… etc. En la naturaleza, las pequeñas presas contienen en sus estómagos otro tipo de nutrientes que también son necesarios para el bienestar del gato.

 

Qué debe comer

Si le diéramos a elegir a nuestro gato, probablemente elegiría la comida húmeda o en latitas ya que su textura y su alto porcentaje en humedad lo hace mucho más apetecible.
Sin embargo, la comida a base de pienso seco o croquetas, es la más práctica y la que mejor se adapta a nuestra rutina y a la conducta alimentaria del gato.

Las croquetas son los alimentos secos que más horas pueden aguantar fuera del envase. No ocurre lo mismo con los alimentos húmedos que pierden rápidamente sus cualidades organolépticas que son las responsables del buen sabor y olor.

La ración diaria de pienso seco es mucho más económica que la ración diaria de comida enlatada de la misma calidad.

Además las croquetas contribuyen a la salud dental de nuestro gato pues favorecen el efecto mecánico de limpieza por el rozamiento.

A la hora de elegir un tipo de comida para gatos, nos encontramos con una gran variedad de fabricantes, de lugares para comprar y de surtido. La comodidad de disponer de un alimento completo y equilibrado para nuestro gato a la par que cómodo y limpio para nosotros, los propietarios, siempre tiene un precio. Debemos fijarnos en los ingredientes pero, sobre todo, debemos elegir el alimento apropiado a la edad del gato.

Los fabricantes innovan diariamente y cada día encontramos nuevos productos adaptados a las necesidades específicas de cada animal.

 

Mi gato no come…… Neofobia alimentaria

Las preferencias por determinados sabores y texturas aparecen en el periodo de socialización: los alimentos con los que el gato se ha familiarizado de pequeño serán mejor aceptados, mientras que los completamente nuevos podrían ser rehusados.

Algunos gatos se sienten atraídos de forma irremediable ante cualquier alimento nuevo. Esta conducta se llama Neofilia y, si acostumbramos al gato a cambiar constantemente de pienso, comerá más que de costumbre ante la novedad y puede llegar a sufrir de obesidad.

En cambio, en gatos que solo han comido un tipo determinado de comida, encontramos casos que rechazan de plano cualquier otro tipo de pienso (aunque sea de la misma marca). En estos casos, hablamos de Neofobia alimentaria. Estos gatos son generalmente muy selectivos a la hora de aceptar un alimento nuevo debido a su sensibilidad marcada hacia las características organolépticas de la comida. Esta situación puede verse incrementada en determinas situaciones, por ejemplo, en un cuadro de estrés. También debe tenerse en cuenta cuando hospitalizamos a un gato: Una cirugía y el eventual estado de dolor asociado, junto con el ambiente desconocido y nuevo pueden aumentar el riesgo de rechazo de alimento y predisponer a la ANOREXIA, un problema grave sobre todo en gatos que presenten sobrepeso.

 

Comedero siempre lleno.

En el entorno doméstico el gato debería poder respetar la conducta de ingesta que mejor se adapta a su especie comiendo pequeñas raciones. Por ello debería tener acceso libre a la comida (pienso seco), a menos que el veterinario indique lo contrario, debido a alguna patología o tendencia a la obesidad.

El comedero debe estar situado en un lugar tranquilo, limpio y accesible y siempre debe tener comida. Colocar el comedero en un lugar alto, puede ser una buena opción para que nuestro gato haga algo de ejercicio extra y, sobre todo, es recomendable en las casas donde el gato convive con un perro pues, de esta forma, evitamos que el perro coma la comida del gato y nuestro gato pueda disfrutar de su comida sin preocuparse por la presencia del perro.

Si queremos que nuestro gato haga ejercicio extra, podemos disponer varios comederos pequeños escondidos a diversas alturas y en varias habitaciones.

De esta forma, practicará la habilidad de la caza.
Si lo colocamos en el suelo, debemos tener la precaución de alejarlo de la bandeja sanitaria del gato (nadie quiere comer en el mismo lugar donde elimina)

En el campo de la salud felina, como propietario y mejor conocedor de tu animal, eres la primera persona en detectar que algo no marcha bien puesto que, ves al gato día a día, lo alimentas y mantienes limpio el cajón de arena.

También sabes dónde le gusta dormir, la frecuencia de su acicalado, el estado del pelo y el tono físico en general. Eres el único que entiende sus maullidos en todas sus tonalidades, conoces sus juguetes favoritos y sus rutinas diarias.

Más que cualquier otra persona, eres quien mejor sabe si tu gato se comporta de forma normal. Tu capacidad de observación es la primera garantía de la salud de tu gato e, incluso, a veces, de salvarle la vida

Como propietarios, somos los primeros en advertir que nuestro gato no está como siempre. Algo falla.

 

En qué fijarnos

Los síntomas de enfermedad en un gato suelen ser muy sutiles por lo que, nos debemos convertir en observadores cuidadosos para detectar a tiempo cualquier problema.

Debemos estar especialmente atentos ante los cambios en los hábitos de alimentación y de ingesta de agua. Especial atención a la pérdida repentina de apetito. En esos casos recomiendo revisar la boca y ver el estado general de la dentadura. Valorar si se ha realizado un cambio brusco de alimentación o hay causas externas que alteran a nuestro gato. Debemos preocuparnos si pasa más de un día completo sin probar bocado.

Ante cualquier síntoma que comprometa su salud, nuestro gato ha de ser revisado por el veterinario. Si se descartan los problemas físicos, deberemos valorar el estado emocional de nuestro gato y si le estamos proporcionando un ambiente enriquecido, buena alimentación y un tiempo de calidad con nosotros. Tu gato necesita algunas cosas básicas para vivir pero, sobre todo te necesita a ti.

 

2 respuestas a «Tu gato apenas come»

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