Una buena comunicación entre tu perro y tú es clave en la relación: En este punto es importante conocer el lenguaje de los perros. Comprender las señales verbales y corporales de tu compañero de cuatro patas os ahorrará a ambos muchos malentendidos.
Los perros nos hablan fundamentalmente a través de su lenguaje corporal mientras que nosotros, en demasiadas ocasiones, obviamos estas señales y abusamos de las palabras. Para empezar a entender qué quiere decir tu perro, necesitas pararte a observar y aprender a “leerlo”. La postura y el movimiento de su cuerpo, cómo nos observa, la posición de orejas, cola, etc…, te dará una idea de cómo se siente tu perro ante diferentes situaciones y cómo puedes ayudarlo en cada una.
Los perros utilizan un enorme repertorio de señales para calmar situaciones y expresar un amplio abanico de emociones, ya sea entre ellos o con nosotros. Se trata de las llamadas señales de calma que sirven para vivir pacíficamente, evitar conflictos y mitigar o prevenir que ocurra algo, evitar las amenazas de personas o de otros perros, reducir el miedo o el nerviosismo asociado a acontecimientos indeseados y para tranquilizarse uno a otro.
Los perros usan estos signos para calmarse ellos mismo cuando se sienten inseguros, para transmitir calma a otros perros, para hacer amistad o resolver conflictos. También usan este sistema de comunicación con los humanos pero a menudo, estas señales son ignoradas o mal interpretadas por los propietarios. Por ejemplo, el propietario llega a casa, encuentra una micción y cuando riñe al perro y éste adopta una postura de sumisión, el propietario interpreta que el animal se siente “culpable”. Esta interpretación es totalmente errónea. El perro entiende que el propietario está enfadado pero no por qué.
Algunas de estas señales son:
- Girar la cabeza o mirar de reojo.
- Girarse o dar la espalda.
- Relamerse el hocico.
- Inmovilizarse.
- Hacer movimientos lentos.
- Olisquear (Cuando no hay nada en el suelo).
- Realizar posiciones de juegos.
- Interponerse (Ya sea entre perros, personas…).
- Mover la cola.
- Cerrar los ojos.
- Pestañear.
etc…
Ladridos. Cuando ganan las emociones…
Todos los perros ladran. Es comunicación, parte de su naturaleza y lo aprenden y perfeccionan de otros perros.
Hay muchos tipos de ladridos en función del animal y de la situación: De excitación (por ejemplo, cuando ve a un conocido en el parque); De aviso; De miedo; Aprendido (cuando pide comida o atención)
El gruñido también forma parte de la comunicación canina junto con otros sonidos como el aullido característico de ciertas razas o los gemidos de los cachorros. Cada vocalización debe ser interpretada en su contexto concreto, evitando generalizaciones.
Por ejemplo, los gruñidos se han relacionado tradicionalmente con agresividad y no necesariamente es cierto. Hay veces que gruñen jugando como parte de la secuencia de acecho y persecución.
En otras ocasiones, se trata de una solicitud de espacio personal (por ejemplo cuando un desconocido u otro perro se acercan demasiado). Es un aviso de que algo no gusta al perro y nos pide ayuda.
En resumen….
Perros y personas hablamos lenguajes distintos, por lo que es necesario encontrar un canal de comunicación con el que podamos entender sus necesidades emocionales y él nuestros requerimientos.
Háblale con mimo y dulzura. El tono importa más que las palabras.
Acaríciale suave pero intensamente desde la nuca hasta la cola. Identificarás rápidamente las zonas que más le gustan a tu perro.
Cógele el morrito con tu mano y frótale los lados. Haz lo mismo con sus orejitas. Enséñale a tolerar determinadas manipulaciones de forma que parezcan un juego.
Es sorprendente la naturalidad con la que un perro se comunica con nosotros o con otros perros usando este particular lenguaje.
En la ilustración, algunas de las señales básicas de comunicación canina de la mano de la genial ilustradora Lili Chin