Perros, gatos y peluquería.

Con la llegada del buen tiempo, se multiplica el trabajo para los profesionales de la peluquería canina y felina. Muchas personas demandan un buen corte de pelo para sus animales pero cortar, no siempre es lo más indicado para todas las razas.

Cuando nosotros nos cortamos el pelo lo saneamos, nos crece más fuerte y vigoroso. Pero en los perros, depende de la raza. Cada una de ellas tiene sus particularidades y es deber del peluquero, conocerlas y aconsejar lo mejor en cada caso. Hay perros a los que cuanto más cortemos, más feo tendrá el pelo.

En estos casos, la raíz del pelo se debilita, dando lugar a un cabello cada vez más pobre, que va perdiendo calidad, textura y color. En los casos más extremos, pueden aparecer incluso problemas de piel: dermatitis y hasta caspa seborréica complicada de eliminar.

Bajo el pelo se forma una especie de cámara de aire que los mantiene fresquitos. Cuanto más cortemos el pelo en verano, más calor pasarán, puesto que les privamos de su protección natural, su aislante.

Pensemos por un momento cómo protegemos nuestras cabezas en verano. Si hace mucho calor solemos recurrir a gorras y sombreros para crear una cámara de aire. A los perros les ocurre lo mismo. No se deben extremar los cortes y los rapados con la excusa de que el perro estará más fresquito. El perro debe acudir a la peluquería a arreglar y a sanear lo necesario contribuyendo a su higiene.

 

Pelos y más pelos

A modo general, tanto perros como gatos poseen dos tipos de pelaje: Por un lado el pelo de cobertura, que en el perro puede ser áspero (duro y rígido) o lanoso (ondulado) y en el gato suele ser largo y rígido. Esta capa es la responsable del color exterior, protege contra el frío y la lluvia y  responsable del aspecto erizado que presenta el animal en situación de peligro o de frío extremo; Por otro lado está el subpelo que crece en mechones alrededor de un único folículo, es  muy fino y ondulado y funciona como aislante térmico. Al igual que nuestro cabello, el pelaje crece alrededor de 2 mm. por semana y se renueva por ciclos estacionales (normalmente primavera y otoño aunque en el caso de los gatos los ciclos pueden ser mensuales cuando vive en interior). La luz diurna es un factor determinante en los periodos de muda.

Un gato suele tener una capa de entre 800 y 1.600 pelos por centímetro cuadrado de piel, es decir, el doble que la del perro que oscila entre los 400 y los 800 pelos por centímetro cuadrado de piel.

Hay perros de pelo largo y sedoso como el popular Yorkshire Terrier, por ejemplo. Este tipo de pelo cae continuamente durante todo el año, aunque en épocas de muda se intensifica. Requieren cepillados diarios para evitar enredos. Razas de pelo largo como la familia de los Bichón poseen un manto algodonoso que requiere cuidados más específicos aun, ya que este pelo se enreda más fácilmente y de no realizar un mantenimiento adecuado, se apelmaza rápidamente, impidiendo que la piel respire de forma adecuada y comprometiendo el bienestar del animal.

El pelo duro es considerado largo cuando tiene más de 10 centímetros de longitud y muestra un grosor característico. Algunos ejemplos de perro con pelo duro son el Schnauzer o el West Highland Terrier. En este tipo de manto el crecimiento del pelo nuevo se produce sobre la capa anterior que, de no retirarse mediante cepillados frecuentes, se seca y queda atrapada en el espeso pelaje, precisando de intervención profesional, para sanear el pelo y dejar que la piel pueda respirar.

El pelo rizado es muy especial a la par que característico y además crece continuamente, por lo que necesitará cuidados diarios y arreglos profesionales frecuentes para mantenerlo sano.

Los perros de pelo corto no deberían ser pelados nunca. De forma natural realizan dos mudas acusadas al año. En invierno cambian el pelaje para no pasar frio y, en verano, se deshacen de forma natural, del sobrante para no pasar calor. Aun así, necesitan su pelo puesto que, les protege del sol para no quemarse y sorprendentemente los aísla del calor.

Los gatos de pelo corto tan solo precisan de cepillados semanales pero algunas razas felinas pueden presentar un pelaje tan espeso y tan largo que es necesario ayudarles a mantenerlo sano mediante visitas periódicas al profesional para limpiar aquellas zonas donde se puede acumular más nudo impidiendo la correcta aireación de la piel.

Ante cualquier duda, se debe consultar con el profesional que os recomendará la mejor alternativa para vuestro perro. No hay que perder de vista que la peluquería canina no es exclusivamente cortar. Se trata de prestar un servicio adecuado para cada animal estético, de higiene y sobre todo de salud.

 

 

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