Si en un post anterior hablábamos del equipaje de nuestro peludo en el caso de acompañarnos durante nuestras escapadas vacacionales, en la mayoría de las ocasiones, la familia opta por dejar al animal a cargo de un servicio de guardería profesional.
Actualmente, todas las Comunidades Autónomas disponen de un amplio repertorio de Residencias Caninas (y alguna felina), algunas muy buenas, con estupendas instalaciones y profesionales a cargo. Lo importante es visitarlas con antelación, para seleccionar la que mejor se adapta a nuestros requerimientos.
Las sensaciones y vibraciones juegan un papel importante a la hora de elegir. Cada persona se identificará en mayor o menor medida con una u otra residencia. Un entorno cuidado y agradable, el personal atento, el ambiente relajado y enriquecido, los perros tranquilos, la amplitud de instalaciones y patios, la limpieza… son factores importantes a valorar a la hora de dejar a nuestro pequeño en un lugar u otro. Si te quedas convencido que has hecho una buena elección, te sentirás más tranquilo cuando dejes a tu perro y no pasarás ansiedad, pensando en si estará bien atendido.
Muchos propietarios que se enfrentan por primera vez con este tipo de decisión, tienen miedo dejar a su perro en una residencia. Piensan que el animal no se adaptará fácilmente, que lo pasará mal y que extrañará a la familia. Lo cierto es que el perro vive el presente y no se preocupa demasiado sobre el pasado ni tampoco el futuro. Por supuesto que hay un lógico periodo de adaptación y que el animal echará de menos en un primer momento a sus dueños, pues está en un sitio nuevo y desconocido. Sin embargo en poco tiempo se empezará a relajar.
Lo normal, una vez superados los primeros días, es que el perro empiece a pasárselo pipa puesto que él también «está de vacaciones». Cuando vuelvas, estará feliz de verte y de irse a casa contigo pero su estancia no le hará supuesto ningún trauma. Al contrario, a muchos perros les ayuda enormemente este tipo de estancias puesto que les proporciona nuevas experiencias y ayuda a socializarse de un modo diferente a como lo hacen normalmente.
Algunos perros están a gusto desde el primer día y otros tardan más. Es posible que el primer día no quieran comer o jugar mucho. No obstante, la mayoría de los perros se adaptan perfectamente a las nuevas rutinas pasados un par de días.
Si ya has decidido, reserva con antelación la estancia, puesto que las residencias están muy solicitadas en periodos vacacionales.
Recuerda que el animal debe tener la cartilla en regla. La residencia te exigirá la documentación sanitaria del perro para asegurarse que cumple las pautas reglamentarias de vacunación y la desparasitación interna y externa.
Informa a los responsables de las instalaciones de todos los cuidados adicionales que necesite tu perro, ya sean de tipo médico o alimenticio. Para más seguridad escríbelos en una hoja que podrás entregar en la clínica para que no haya errores.
Deja un teléfono de contacto donde puedan localizarte en cualquier momento. Si cuentas con un familiar o un amigo que pueda acudir a la residencia en caso de emergencia, facilita también su teléfono.
Comenta con los responsable cualquier detalle sobre el animal que crees que deben saber, por ejemplo, su carácter y sus puntos débiles: Si puede salir a pasear con otros perros de su mismo sexo, si obedece, si es juguetón, si tienen la costumbre de comer lo que encuentra….
Para hacer la estancia de tu perro más agradable, puedes seguir unos sencillos consejos adicionales:
- Puedes dejar una manta o una prenda con tu olor para que la depositen en el chenil que ocupe tu perro. Reconocerá tu olor y se tranquilizará en gran medida.
- Si tu animal nunca ha estado en una residencia lo ideal es que empiece por una primera estancia corta de un fin de semana. Necesita una toma de contacto para que las futuras experiencias resulten positivas para él.
- Si te ha ido bien con una residencia, cuántas más veces le lleves al mismo sitio más familiar será el terreno para tu animal y menos le costará adaptarse.
Además de las guarderías tradicionales, hay servicios de guardería a domicilio pensados para animales mayores, enfermos o que se adaptan peor a los cambios, como los gatos.
Decidas lo que decidas, es recomendable tomarse un tiempo en valorar todos los servicios que nos ofrece cada una de las diferentes alternativas y visitarlos con anterioridad para tener toda la información necesaria. Si te sientes a gusto con la opción elegida, disfrutarás mucho más de tu descanso y tu peludo estará atendido y feliz.