Seguro que la imagen de un gato vigilando el lavabo o cotilleando tras la cortina de la ducha os suena a aquellos que vivís con uno o varios gatos y es que, la mayoría de los pequeños felinos de casa, se sienten irremediablemente atraídos por las fuentes de agua corriente.
Por qué los gatos mueven el agua
Existen varias teorías para tratar de explicar porqué los gatos escarban el agua del bebedero antes de beber. La mayoría piensan que, quizás, el felino está testando la temperatura del agua, recordando el movimiento de pesca de sus antepasados o, simplemente, jugando.
Sin embargo, lo cierto es que “escarbando” el agua o moviendo el bebedero, se generan ondas en la superficie que permiten a nuestro gato ver exactamente a qué altura está el nivel del agua, evitando así que introduzcan el hocico por accidente, ya que por la posición de los ojos, no pueden ver lo que hay justo delante de su nariz. Con esas ondas generadas en la superficie, pueden calcular a qué altura está el agua, ya que son capaces de ver las ondas en toda la extensión del bebedero.
Otra teoría apoya que este comportamiento se mantiene gracias al instinto de “mantener limpia la superficie del agua de hojas o insectos” o para “romper la fina capa de hielo”, como hacían y aún hacen los gatos que viven en los bosques o en zonas muy frías.
Necesidades y gustos
Por su origen desértico, los gatos son capaces de sobrevivir con poca cantidad de agua al día. Aunque les dejemos agua fresca durante todo el día, en el momento que escuchan abrir cualquier grifo, son muchos los que se acercan corriendo para beber y mojarse las patitas. Muchos, incluso reclaman este momento. Los más no hacen ascos de asomarse a la taza del W.C. por lo que es más que recomendable, en estos casos, dejar bajada la tapa para evitar disgustos.
Para estos gatos, el líquido en movimiento supone agua fresquita y un juego de lo más divertido para su curiosidad natural.
No son pocos los que, si no pueden acceder al grifo de agua corriente, juegan con el agua del cuenco, sacándola con las patas o, incluso introducen algún juguete dentro del recipiente, para poderlo «cazar» después (es una forma estupenda de poner movimiento al agua). Lo positivo es que,, mientras se divierte, bebe, algo muy necesario para prevenir enfermedades renales.
Ahí van unos cuantos consejos para que tu gato de casa se sienta más atraído por sus cuencos que por los grifos:
- El bebedero ha de estar alejado de los comederos. En la naturaleza, el alimento que se queda cercano al agua, termina por pudrirse y los gatos, por instinto, lo saben.
- Si vives en zonas templadas o el agua del bebedero puede calentarse pronto (sobre todo en invierno si está puesta la calefacción), podemos añadir unos cubitos de hielo para mantener la frescura.
- Los bebederos más recomendables son los metálicos, cerámicos o de cristal.
- Los de plástico son más difíciles de limpiar a fondo (debido a su porosidad) y pueden conservar olores o sabores que provoquen el rechazo del animal. Prueba con varios tipos hasta dar con el adecuado. No son pocos los gatos que rechazan el bebedero de acero inoxidable al ver un gato en el fondo del agua (es decir su propia imagen reflejada).
Si tu gato es de los que juegan con el agua del cuenco, prueba a instalar uno antivuelcos (pensados más para perros) o de base muy ancha y refuerzo de goma, para que sea difícil darle la vuelta incluso al gato más cabezota.
Las fuentes pueden ser una buena opción para gatos amantes del agua corriente. La limpieza en estos casos es fundamental pues, el agua, circula constantemente en un circuito cerrado aunque hay dispositivos que se activan cuando el gato se acerca. Al necesitar electricidad, han de estar colocadas cerca de un enchufe y se recomienda supervisar que el funcionamiento es correcto y que dispone de agua en el circuito para evitar accidentes.
Jugando con agua
Seguramente más de una vez, vuestro gato, se ha dedicado a llevar sus juguetes hasta el cuenco de agua y, una vez allí, los sumerge, los caza de nuevo y los vuelve a sumergir.
Dependiendo del grado de excitabilidad de nuestro gato, nos encontraremos más o menos agua alrededor del plato y es que, a algunos, les encanta jugar con el agua. En realidad, se piensa que esconden sus juguetes, porque creen que allí estarán seguros. En la vida silvestre, los gatos llevan las presas cazadas a sus madrigueras. Para el gato doméstico, los platos de comida y agua son considerados zonas seguras.
Muy buenas! Me ha gustado el post, no suelo comentar pero hoy me he animado a hacer una excepción! Te agrego a mis páginas favoritas y quedo pendiente para futuras entradas
Muchísimas gracias por tu comentario y por acompañarnos.