Las preferencias de los gatos de casa por determinados sabores y texturas suelen aparecen en el periodo de socialización: los alimentos con los que el animal se ha familiarizado desde pequeño serán mejor aceptados, mientras que los completamente nuevos podrían ser rehusados.
Algunos gatos se sienten atraídos de forma irremediable ante cualquier alimento nuevo, (Neofilia) y, si acostumbramos al gato a cambiar constantemente de pienso, tenderá a comer más que de costumbre ante la novedad pudiendo llegar a sufrir de obesidad.
En cambio, en gatos que solo han comido un tipo determinado de comida durante toda su vida, encontramos casos que rechazan de plano cualquier otro tipo de pienso (aunque sea de la misma marca).
En estos casos, hablamos de Neofobia alimentaria. Estos gatos son generalmente muy selectivos a la hora de aceptar un alimento nuevo debido a su sensibilidad marcada hacia las características organolépticas de la comida. Esta situación puede verse incrementada en determinas situaciones (llegada de nuevas personas o animales a la casa, mudanzas, cambios…etc.). También debe tenerse en cuenta cuando el gato ha de ser hospitalizado ante cualquier intervención: Una cirugía y el eventual estado de dolor asociado, junto con el ambiente desconocido y nuevo, pueden aumentar el riesgo de rechazo de alimento y predisponer a la ANOREXIA, un problema grave sobre todo en gatos que presenten sobrepeso. Un gato que deja de comer, está poniendo en riesgo su vida por lo que, debe ser derivado al veterinario lo antes posible para que decida las medidas más adecuadas según cada caso.