La perfección se alcanza con la práctica

Que tu perro realice aquello que esperamos de él, en una situación concreta (por ejemplo, que acuda a la llamada) es un punto de partida, no una prueba superada para siempre.

Normalmente ocurre que, con el tiempo, hay conductas que “en casa las hace bien”, (por ejemplo atender a la llamada) pero es más que probable que en la calle, no ocurra lo mismo, pues olvidamos “repasar” lo aprendido con nuestro perro y, pasado un tiempo la conducta no está lo suficientemente interiorizada en el animal, como para llevarla a cabo igual de bien en diferentes contextos (además en el exterior hay muchos más estímulos que juegan en nuestra contra).

Las señales básicas de educación canina deben convertirse en un juego divertido para ambos. Empieza en casa de forma tranquila y ve incrementando las distracciones a medida que el animal avance y tú cojas seguridad pero, no olvides que la perfección, se alcanza con la constancia y la práctica.

En los juegos de llamada, conviene elegir una palabra diferente a las que usamos para otras cosas. La señal “aquí” me suele gustar mucho porque no es la habitual pero puedes elegir cualquiera con la que te sientas cómodo y que sea fácil para tu perro y deberías usarla siempre que le llames. Informa siempre a tu perro de lo que esperas de él.

En caso contrario, lo despistarás y no querrá participar del juego.

 

Cómo iniciar el trabajo. Sentando las bases.

1. Mostrarle al perro lo que queremos de forma fácil. Le guiamos con comida/juguete en el movimiento deseado (sienta, tumba, rodearnos…). Eso se llama construir el PATRÓN MOTOR, es decir, fijar el movimiento deseado de forma que el cuerpo del perro retenga esa información y genere memoria muscular.

2. En casi todas las ocasiones construir el patrón motor supone dividir el ejercicio en pequeños pasos reforzando cada acierto (con comida normalmente).

3. Repetir y repetir hasta que, simplemente, el movimiento de nuestra mano evoque al perro el movimiento que queremos.

4. En ese momento podemos introducir una señal verbal (ejemplo “sienta” si lo que queremos es un sentado), siguiendo la siguiente regla: SEÑAL VERBAL, GESTO CORPORAL (MANO), COMPORTAMIENTO DEL PERRO DESEADO, REFUERZO verbal (OK-BIEN) Y REFUERZO PRIMARIO (Comida) o SECUNDARIO (jUEGO). Le llamamos refuerzo primario porque la comida (como el agua) es algo ligado a la supervivencia y casi todos los perros entran al juego por comida. El juego es secundario porque es algo que está ligado a nosotros y debemos “currárnoslo” para que el perro lo considere premio.

5. Repetir y Repetir desvaneciendo progresivamente la señal gestual (mano) comprobando que el perro entiende la verbal.

6. Repetir y repetir desvaneciendo el refuerzo primario (comida) de forma que podamos trabajar solo con refuerzo verbal (bien) y/o secundario (juego)

7. No excedernos con las repeticiones en cada sesión. Mejor dos sesiones cortas al día de unos pocos minutos que no una sesión semanal de una hora donde inundamos al animal y deja de divertirse.

 

Perfeccionando…

Cualquier nuevo ejercicio que practiques, engloba tres criterios que marcan su dificultad, también llamados las 3D que recomendamos entrenar por separado y en el siguiente orden para poder abordarlas de forma conjunta una vez que el perro tenga seguridad en cada ejercicio:

Distracciones. Se trata de comprobar la comprensión ante distracciones variadas, y por supuesto ordenadas de más fácil a más difícil. Haz una lista de aquellas situaciones que te puedes encontrar en el entorno en el que trabajas y empieza por la más sencilla, incrementando la dificultad de forma progresiva y ajustada al ritmo de avance de tu perro.
Duración o Tiempo que debe mantener un comportamiento determinado. Una vez sabes que comprende la señal solicitada (sentado, tumbado, quieto…) aunque aparezcan distracciones, si están bien entrenadas,, puedes ir aumentando el tiempo de forma progresiva.
Distancia. Sería el último criterio a entrenar porque aumentar la distancia lleva implícito el aumento del tiempo de desarrollo del ejercicio.

 

Dónde iniciar el ejercicio?

Depende de lo que queremos practicar pero, para la mayoría de ejercicios estáticos, se suele comenzar frente al perro para facilitar el foco. En función del objetivo deberás plantearte si necesitas que el perro se coloque delante de ti o, por el contrario necesitas que se coloque en un lateral. Es el momento de plantear la posición adecuada y planificar la generalización de este elemento.

 

Generalización

La respuesta de tu perro debe ser fiable y para eso hay que entrenar en diferentes situaciones y entornos.

Tu postura corporal se convierte en una señal contextual para el perro. Para asegurarte que el perro tiene asumido el orden prueba a darlo desde diferentes posturas. De pie, sentado, de espaldas….

Incluye varios sitios diferentes para entrenar de forma que puedas asegurarte  que tu perro ha generalizado la señal y no el lugar del ejercicio. A menudo los propietarios nos dicen que su perro hace caso en casa pero no en el parque. Plantéate sesiones en varios sitios para evitar este problema.

 

Trabajo de discriminación de señales

Cuando empiezas a trabajar con tu perro, llega una etapa dentro de la educación básica, donde el animal ya conoce varias señales (sienta, tumba, patita…) pero es más que probable que las confunda si no las tiene suficientemente interiorizadas y, ante la promesa de comida o juego, te ofrezca todo el repertorio de habilidades que conoce, independientemente de la que le hayas pedido (el perro sabe que en una de ellas, seguro que acierta).

Esto no quiere decir que tu perro sea testarudo ó desobediente. Simplemente, necesita practicar más para aprender a discriminar entre lo que ya conoce y para eso, precisa de tu ayuda. Sesiones cortas de entrenamiento, progresivas, ayudándolo al principio e introduciendo, poco a poco, más dificultad, a medida que el perro aprende. No debemos perder de vista que lleva tiempo y, a veces, deberemos rebajar la exigencia, si vemos que, nuestro perro, no termina de pillar lo que queremos….

Disfruta del tiempo con tu perro. Aprender es el primer paso para ambos pero no el último. Con la práctica se logra perfeccionar ese aprendizaje inicial y se consolidan aquellas conductas que nos interesa reforzar. Y no olvides que siempre hay cosas nuevas por aprender juntos!!! El límite está en tu imaginación.

Este este pequeño vídeo se puede ver la importancia de fomentar un buen control corporal de nuestro perro (propiocepción) y de paso os dejo un montón de propuestas para trabajar con vuestros perretes… 😉

A practicar!!!

 

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