El marcaje facial es siempre un marcaje apaciguador o de familiarización. Si se efectúa sobre un objeto inanimado, permite al gato depositar sus marcas olfativas que contienen feromonas sobre un punto estratégico del territorio como señalización.
Los lugares señalados suelen ser ángulos de paredes o de muebles situados, preferentemente, en el centro de la estancia donde el gato hace su vida.
Cuando el gato se frota, se encuentra en un estado emocional positivo (tranquilo y feliz). No es raro verlo renovar frecuentemente las señales. Antes de hacerlo, husmea su propio olor y, a continuación, aplica otra capa. Es señal de que se siente a gusto en su hogar.
Cuando se frota contra otros seres (personas o animales) es una clara muestra de que está a gusto en su compañía y que los considera “de la familia”
Cuando las marcas de familiarización desaparecen (mudanza, muebles nuevos…), el gato está despistado y, en estos caso, se le puede ayudar mediante la aplicación de feromonas en spray o difusor.
Si el gato deja de efectuar sus señales de familiarización sin motivo aparente, es preciso observar cuidadosamente si mantiene sus rutinas o da cualquier muestra apatía y desánimo, es necesario consultar al veterinario para descartar cualquier enfermedad.
Cuando tu gato se frota…..
Desde que nace, el gatito tiene un sentido del olfato muy desarrollado que le sirve de contacto con su madre y con el mundo, ya que nace sordo y ciego.
En este primer contacto, es especialmente influyente la presencia de un órgano que sólo tienen los gatos, los perros y los conejos: El órgano vomeronasal o de Jacobson. Se trata de un minúsculo conducto que parte de la bóveda del paladar, y que posee doscientos millones de células sensoriales especializadas. Este órgano permite al gato reconocer las sustancias químicas presentes en el aire, clasificarlas, y diferenciarlas correctamente.
Los gatos, además de poseer su propio olor corporal, como todos los mamíferos, poseen una serie de glándulas cutáneas que segregan sustancias aromáticas. Estas glándulas se encuentran en las mejillas, la barbilla, la planta de los pies, el dorso, la raíz de la cola, además de las glándulas anales y genitales.
En los grupos sociales de gatos, estas sustancias aromáticas se comparten entre todos los miembros para establecer la pertenencia al grupo. Para ello se utilizan unas formas de contacto muy características, como el roce de cabezas, de dorsos, frotarse con un poste, pasar el lomo bajo la barbilla de un compañero, etc.
Si os fijáis bien, en ocasiones cuando llega alguien nuevo a casa, nuestro gato, sobre todo si es curioso, saldrá y se frotará contra ella, rodeando las piernas con su cola. Con este gesto, nuestro pequeño felino, está tratando de “adivinar” el temperamento de esa persona, y de saber si es amistosa o no (si se aparta, si le acaricia o le habla…). Es una forma de saludo
En cambio, si tu gato se frota contra ti, con su cuerpo o los lados de su cara, está marcando su territorio. Suele hacerlo cuando volvemos a casa desde la calle, impregnados de olores extraños y es una forma de devolvernos el olor familiar que, según nuestro gato, debemos tener, conocido y seguro, es decir, está compartiendo su olor contigo para que huelas como debe ser, a casa. Cuando tu gato se frota con su frente o su nariz, es una verdadera señal de afecto.
En otras ocasiones, cuando tu gato está molesto contigo, puede darse la vuelta y marcharse, con la cola hacia arriba, sacudiendo una pata trasera, indicando que no quiere saber nada de ti en un buen rato. Suele ocurrir cuando administramos medicaciones que no le gustan o le sometemos a alguna manipulación que no le resulta cómoda. Es una forma muy clara de decirte que “pasa de ti”.