Observa cómo tu gato disfruta y juega. Se creativo y sorpréndelo. Ofrécele diferentes opciones de juego y cámbialas con regularidad para que tu gato no se aburra y desarrolle toda su inteligencia.
En casa hay un montón de cosas susceptibles de convertirse en juguetes para nuestro gato. Les encantan las bolas de papel normal o las de papel de aluminio, los paños de cocina colgados, los rollos de cartón de papel de cocina, etc. ¿Qué gato casero no ha jugado con el rollo de papel higiénico recién puesto, tapizando de trocitos el suelo de nuestro cuarto de baño?
Las cajas de cartón suponen un juguete estupendo y muy económico. Si la caja tiene el tamaño adecuado para que el gatito quepa dentro, se convierte en un escondite extraordinario para acechar o en una zona de descanso increíble ya que les proporciona seguridad e intimidad.
Una simple caja de cartón cerrada con cinta de embalar y a la que hayamos practicado varios agujeros, puede convertirse en un comedero interactivo ya que precisa del esfuerzo de nuestro gato para atrapar la comida.
Aunque hay gatos que no se juntan nunca a otros gatos a pesar de vivir en el mismo hogar, hay otros gatos que no saben vivir solos y que buscan a sus compañeros para todas las actividades del día a día, incluido el juego.
Tanto el juego como el descanso tras él, es una forma de complicidad y afecto que merece la pena disfrutar con nuestro gato. Y sentirse querido y aceptado por nuestro gato es una sensación muy especial.