Los perros nos hablan fundamentalmente a través de su lenguaje corporal mientras que nosotros, en demasiadas ocasiones, obviamos estas señales y abusamos de las palabras.
Para empezar a entender qué quiere decir tu perro, necesitas pararte a observarlo y aprender a «leerlo». La postura y el movimiento de su cuerpo, cómo nos observa, la posición de orejas, cola, etc…, te dará una idea de cómo se siente ante diferentes situaciones y cómo puedes ayudarlo en cada una.
Una cola en movimiento no siempre significa alegría (los perros también agitan la cola cuando se sienten incómodos ante un individuo o una situación) pero si somos observadores y sabemos poner esa información en contexto, estaremos dando pasos gigantescos en el conocimiento de nuestro compañero de cuatro patas….